Proyecto Inpact

LA MODERNIDAD Y EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN

¿Cómo se desarrollaron los procesos de industrialización en el mundo rural de Europa Occidental? ¿Cómo impactaron y transformaron estos procesos las sociedades y paisajes rurales preexistentes? ¿Cuáles eran las principales características sociales y económicas de estas sociedades y cómo podemos profundizar en las dimensiones materiales y locales de estos procesos tan generales? ¿Había desigualdades sociales y de género en las sociedades pre-industriales? ¿Cómo se desarrollaron estas desigualdades en el tiempo? Y por último, pero no menos importante, ¿es el concepto de «modernidad» todavía útil para entender estos procesos?

Estas son cuestiones que han sido abordadas tradicionalmente por los expertos desde hace décadas, pero que no han recibido todavía respuestas satisfactorias. El proyecto INPACT: INdustrialization and the Process of modernity: the ArChaeological Transformation of the rural world (18th-21st c.) tratará de ofrecer respuestas para estos y otros temas en torno a cómo la relación entre las comunidades locales y su entorno cambiaron durante el proceso de industrialización, a través del análisis de la evidencia material desde una perspectiva arqueológica y medioambiental. Más aún, el proyecto tratará de cuestionar el complejo concepto de «modernidad» entendido como un tránsito unidireccional que transformó las sociedades «tradicionales» en sociedades «modernas». Un concepto que entendería a las sociedades rurales como sujetos pasivos en vez de como agentes activos del cambio. Este proyecto parte de la hipótesis de que la implementación de las economías industriales conllevó un complejo proceso de transformación de las sociedades locales implicadas. A través de una metodología interdisciplinar que incluye disciplinas como la arqueología, la botánica o la antropología, este proyecto profundizará en la dimensión material del proceso de industrialización.

El proceso a través del que las economías industriales fueron implementadas a lo largo del occidente europeo tiene raíces históricas profundas, y es considerado una de las causes fundamentales del irreversible impacto del ser humano en el medioambiente. Un impacto que es actualmente objeto de preocupaciones sociales, económicas y ambientales. Este proceso ha sido ligado normalmente al concepto de modernidad, entendido como el paso unidireccional desde lo «tradicional» a lo «moderno», y normalmente estudiado por la arqueología desde una aproximación desde los propios yacimientos, entendiendo así las sociedades rurales y sus paisajes como dos fenómenos separados. En consecuencia, la academia ha pasado por alto las diversas formas por las que las relaciones entre las comunidades locales y el paisaje se han transformado a lo largo del tiempo. La arqueología ambiental ha venido a cuestionar esta ida, proponiendo un proceso más complejo para la implantación de las economías industriales, basada en la dialéctica entre los sitios, las comunidades locales y el medioambiente. Esta aproximación, así como otras basadas en la sociología, cuestionan esta concepción de la modernidad como un proceso unidireccional desde economías rurales subdesarrolladas y en desaparición hacia sociedades industriales «desarrolladas». En cambio, considera esto como un proceso dialéctico que sólo puede ser analizado a través de las complejas relaciones de las sociedades y su medioambiente.

Este proyecto se desarrollará en una localidad específica, utilizando como caso principal de estudio la aldea de Casaio, en la actual comarca d Valdeorras (Galicia). El interés de Galicia para el proyecto proviene de que es una de las regiones donde más espacios de gestión comunal han sobrevivido en toda Europa occidental, gracias a un proceso de reapropiación de las comunidades locales. Analizar este proceso es clave para comprender las formas por las que las comunidades locales han confrontado la implantación de las economías industriales. El caso de Casaio es particularmente interesante y complejo, en tanto que presenta una variado conjunto de sitios arqueológicos relacionados con los objetivos del proyecto INPACT, concentrados en un espacio menor a 70 km2. Específicamente, la investigación se centrará en el estudio de tres áreas dentro de los límites de Casaio:

Area 1: las tierras de gestión comunal en el entorno del río San Xil (4023 ha.) gestionados por la Comunidad de Montes de Casaio y Lardeira.

Area 2: El barrio abandonado de Rumiña. Este es uno de los cuatro barrios en los que se divide Casaio desde la Edad Media, cuyo origen está directamente relacionado con la gestión de las tierras comunales. Este barrio fue abandonado a cause del proceso de industrialización de este territorio.

Area 3: la mina de wolframio de Valborraz. Esta mina se localiza a lo largo de varios arroyos que vierten sus aguas en San Xil, y fue explotada desde el final del siglo XIX hasta su abandono en los años 70, con un significativo impacto en el paisaje. La minería de wolframio en el noroeste de la Península Ibérica está directamente relacionado con la tardía industrialización en el Occidente Europeo, concretamente con los eventos de la Segunda Guerra Mundial.